Municipio: Sant Joan de Labritja
Zona: Norte de la isla de Ibiza (Sant Miquel)
Tipología: Cala de rocas y gravilla, de 50 metros de longitud y 10 de anchura
Situación: A 5 kilómetros de Sant Miquel (10 minutos) y a 13 kilómetros de Sant Joan (20 minutos)
Es Portixol, que en ibicenco podría traducirse como “puertecito”, es una cala de Ibiza escondida y resguardada de temporales que sirve como pequeño puerto a los pescadores de la zona, los cuales tienen repartidas en la playa una gran cantidad de pintorescas casetas varadero.
Esta playa prácticamente virgen está ubicada en el municipio de Sant Joan de Labritja y cerca de la localidad de Sant Miquel, al norte de la isla de Ibiza. Como se encuentra alejada de las zonas turísticas y no es muy visitada, mantiene su belleza natural: rodeada de montículos y pinares, con un agua cristalina que cautiva y un terreno de gravilla. Eso sí, no existe ningún tipo de servicio turístico en la playa.
La forma más fácil de llegar a la cala Es Portixol de Ibiza es en barco. Existen empresas de alquiler de barcos en Ibiza con o sin licencia que te permitirán conocer las calas secretas más bellas de la isla y las playas menos masificadas. Pero si no es esa la idea, ¿cómo llegar a Es Portixol a pie?.
El acceso a esta cala, además de su ubicación remota, puede ser la causa de sus escasas visitas. Desde el pueblo de San Miquel y en coche, se debe coger la carretera que va hacia San Mateu hasta llegar al final del camino, donde se ha de girar a la derecha a la urbanización Isla Blanca, (a la izquierda hay un restaurante).
Después hay que seguir algo menos de un kilómetro hasta llegar a la altura de unos contenedores que se encuentran unos metros antes de la urbanización, y donde debemos girar a la derecha por un camino en no muy buenas condiciones. Seguiremos por ese camino hasta encontrar una bifurcación, en la que de nuevo elegiremos el camino derecho, para llegar a un pequeña explanada de tierra a mano izquierda donde podemos aparcar. Una señal marca la ruta.
El resto del trayecto se realiza a pie, es en descenso y tiene una duración de unos 20 minutos, algo más para la vuelta. La caminata merece la pena: bordeando toda la costa tendrás unas vistas increíbles. La ruta es sencilla, aunque recomendamos no hacerla con lluvia porque el terreno puede resultar resbaladizo. Lleva agua, comida, escarpines, ¡y gafas de buceo!
La belleza de la cala Es Portixol se encuentra en su enclave, rodeada de colinas, vegetación típica de las zonas mediterráneas, y agua turquesa. Es un lugar de máxima tranquilidad, para disfrutar de una mezcla de naturaleza salvaje y entorno rural de pescadores y algún lugareño.
En definitiva, un sitio mágico para desconectar de las áreas masificadas de Ibiza. Sorprende su entrada presidida por grandes acantilados, y es recomendable pararse durante el camino a pie para contemplar el paisaje.
Aunque parezca increíble, además de pescadores, por estas empinadas laderas también se movían los agricultores, quienes construían bancales para sus cultivos; la producción de los mismos era transportada con mulas de carga. La playa es de rocas y gravilla, por lo que puede resultar un poco incómoda, pero siempre puedes acomodarte en las casetas de los pescadores cuando estos no las están utilizando.
Además, Es Portixol es un lugar fantástico para el buceo así que lleva un equipo en tu mochila si tienes afición, y ¡cuidado con las medusas!
Ya tenemos claro que la cala Es Portixol es una de esas espectaculares playas de Ibiza secretas donde desconectar. La ruta hacia la cala en sí ya es una pequeña aventura, pero el día da para mucho; así que, después de una mañana de sol y baños, puedes ir a comer al restaurante mencionado antes, llamado Can Sulayetas, y pasar la tarde visitando otros lugares de interés cercanos.
Desde el mirador de cala Es Portixol se puede ver la playa y la costa; puedes adentrarte en la Cueva de la Luz o Ullal de na Coloms, atreverte a pasar por el famoso Puente de Piedra de cala Aubarca, o visitar las Torres d’en Lluc.
Hacia el otro lado de cala Es Portixol, disfruta de la bahía del pequeño pueblo de San Miquel, la playa de Sa Ferradura y visita la Torre des Molar. Y nuestra opción favorita: si es domingo en época veraniega no dudes en acercarte a la cala Benirrás para abrir todos tus sentidos con el sonido de los tambores…¡a la luz de una puesta de sol!