Te recomendamos empaparte de la historia balear y admirar la belleza de los restos que sucesivas civilizaciones dejaron en el territorio. Nuestra recomendación es dedicar al menos un día a callejear, perderse y conocer hasta el último rincón de la parte alta de Eivissa: Dalt Vila.
La impresionante muralla de Ibiza es una visita obligada. Dalt Vila, la ciudad vieja de Eivissa, es una de las partes más importantes de la capital (y casi de isla), tanto desde el punto de vista cultural como gubernamental. ¿Qué se puede hacer en el interior de esta increíble muralla? Adentrándose en este bastión amurallado por el portal de Ses Taules, es imprescindible recorrer sus calles en busca del Ayuntamiento, la Catedral de Santa María de las Nieves, la Almudaina y los baluartes desde los que diferentes pueblos defendieron sus posiciones en Ibiza. Pero, para no acabar sin energía entre visita y visita, también son casi imprescindibles las paradas en el Mercat Vell y en alguna de las terrazas del interior de la muralla. Prepara un buen desayuno porque, si te organizas bien, terminarás el día contemplando una maravillosa [e histórica] puesta de sol en el baluarte de Santa Lucía.
En la actualidad, Dalt Vila es uno de los bienes ibicencos nombrados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los puntos de interés que se deben visitar en cualquier visita a Eivissa. Pero la presencia y existencia de esta ciudad amurallada trae cola. Su historia aún se puede conocer recorriendo sus callejuelas empedradas desde el monumental portal de Ses Taules (la entrada principal a la fortaleza). Al final de la jornada, nadie queda indiferente.
Dalt Vila significa “ciudad alta” y, ahí perdura, haciendo honor a su nombre, en lo más alto de Puig de Vila. La muralla de Ibiza y todos sus rincones y monumentos se alzan por encima de cualquier perspectiva como un bastión aparentemente indestructible. Aunque la fortaleza como tal (siglo XVI) fue construida por orden de Felipe II para proteger la ciudad, sus recursos y su privilegiada posición de los ataques de otros pueblos.
Hasta ese momento, sus calles y edificios fueron testigos de la lucha y conquista de numerosas civilizaciones: fenicios, romanos, vándalos, bizantinos, musulmanes… Todos dejaron su huella y, de alguna manera, respetaron las anteriores hasta conseguir que la ciudad vieja de Eivissa y su patrimonio fuesen nombrados como los mejor conservados del mundo.
La muralla de Ibiza cuenta con hasta cinco puertas de entrada, aunque la principal y más llamativa es la de Ses Taules. En este mismo punto de partida y antes de adentrarse al castillo de Eivissa, se encuentra el Mercat Vell, un mercado tradicional en el que se puede comprar algo de fruta fresca para el camino. Una vez superadas las puertas de la fortaleza, este es uno de los recorridos posible entre los muchos que se pueden realizar para conocer los puntos más estratégicos de Dalt Vila. Cualquier desvío merecerá la parada. Recuerda que muy cerca está también la necrópolis de Ibiza.¡Alto! No puedes marchar de Ibiza sin probar a navegar tú mismo por sus aguas¡Alquila un barco!