¿Qué pasa con los barcos cuando llega el invierno al Mediterráneo? Así hibernan las embarcaciones del puerto de Ibiza cuando nadie las ve.
En carretera, el invierno y sus constantes cambios atmosféricos pueden comprometer la seguridad de los conductores con temporales de lluvia, viento, nieve y heladas. Unas circunstancias que, aunque de diferente forma, también afectan al tránsito marino. Profesiones como la de los pescadores se ven obligadas a salir a faenar aun cuando la situación es extrema. Pero en otros casos, como el de los patrones de embarcaciones de recreo, esta época se utiliza como un trámite más con el que preparar una nueva temporada estival. A partir de noviembre y hasta casi el mes de mayo, muchos barcos entran en proceso de hibernación. ¿Qué pasa entonces?
Es cierto que los propietarios de embarcaciones de recreo en Ibiza pueden disfrutar de algunos de los mejores atardeceres de toda España desde un mirador privilegiado. Pero solo durante la temporada estival. En pleno invierno, adentrarse en alta mar (aunque las aguas parezcan calmadas) supone todo un riesgo y una auténtica temeridad. Por eso, llega octubre y hasta el menos avezado de estos marineros “leva anclas y se hace a tierra firme” para dedicarse al mantenimiento o invernaje de su barco en Ibiza.
Hay quien prefiere asegurar bien el barco y todos sus elementos y dejarlo a flote. Esta opción necesita elementos de seguridad más resistentes para poder hacer frente a posibles temporales y a los embistes del mar cualquier día de fuerte oleaje: muelles, protectores de goma para el casco, protectores para los amarres, colocación de toldos…
Tras la limpieza, reparación, equipamiento y puesta en “pausa”, el proceso de invernaje queda culminado. Solo queda esperar que pasen los meses, dejar el barco bajo vigilancia permanente y disfrutar de todos los encantos de Ibiza en diciembre , enero, febrero… Así, hasta que vuelva a llegar la temporada alta.