La pequeña playa Es Canal de s’Olla se encuentra en un lugar escondido de Ibiza, no muy lejos de la famosa playa de Ses Salines, entre Sa Canal y Sa Punta de Sa Rama. Esta cala aislada, también conocida como Cala Llarga o Cala Jach, pertenece al municipio de Sant Josep de Sa Talaia y está situada en un área de vegetación protegida.
Goza de una baja ocupación de bañistas incluso en temporada alta debido probablemente a su dificultad de acceso y ausente señalización. Tampoco cuenta con servicios (hamacas, aseos…) de ningún tipo. Canal de s’Olla es la playa situada más al sur de toda la isla. ¿Quieres conocer los encantos de esta cala secreta de Ibiza?
Primero veamos cómo llegar a Canal de s’Olla, porque no es del todo fácil; las dos opciones son por tierra caminando o por mar en barco. Por tierra, no hay líneas de bus que lleguen a la playa y tampoco podrás acceder en coche. Lo que puedes hacer es aparcar en la zona de la playa de Ses Salines.
Desde ahí, si nos situamos mirando al mar, empezaremos a caminar hacia la derecha, y enseguida nos toparemos con el precioso pueblo de casas blancas y pescadores Sa Canal.
Un poco más adelante, pasaremos por un muelle de carga de sal, industria fundamental durante siglos en la isla ibicenca antes del boom del turismo. Es entonces cuando nos adentraremos por un sendero al borde del mar por el que caminaremos durante unos 20 minutos hasta llegar a la playa.
Cabe destacar una pequeña subida rocosa que puede resultar tediosa si no estamos entrenados, al bajarla habrás llegado a Es Canal de s’Olla. Además, aconsejamos evitar las horas de más calor para realizar la ruta, que dura aproximadamente 3.75 km ida y vuelta.
Importante: No hay restaurantes ni tiendas cerca, así que recomendamos llevar comida, agua y otros útiles que creamos necesarios para estar un tiempo incomunicados.
Nos encontramos dentro del Parque Natural de Ses Salines, en un entorno montañoso y salvaje, y en una zona de acantilados, pinares y sabinas. Canal de s’Olla es una cala de grava y arena dorada, con aguas normalmente en calma y fondos de posidonia.
Su fondo marino rocoso te mostrará las maravillas que esconde el océano, así que no olvides las gafas de buceo, siempre con precaución y también respeto por el medio marino.
Si quieres disfrutar de la otra cara de Ibiza: su esencia pura, la tranquilidad y el ambiente rural, el esfuerzo de esta ruta vale la pena. Su paisaje virgen y la playa rodeada de naturaleza te cautivarán sin duda.
Sa Canal es un encantador pueblo de pescadores en el que, dando un paseo, podrás observar sus casetas y barcos en la orilla, y disfrutarás de sus casitas blancas típicas ibicencas. Su diminuto puerto utilizaba un pequeño ferrocarril para llevar la sal hasta el muelle.
Si te apetece una caminata después de tomar el sol y darte un baño en la playa de Canal de s’Olla, en lugar de dar la vuelta hacia el pueblo, continúa la ruta en dirección contraria, y tras unos 4.3 km aproximadamente y una visita a la cima de Cap des Falcó habrás llegado a Ses Salines y a tu coche.
Tanta playa y caminar cansa, así que come allí un buen arroz en un restaurante y tómate un rico cóctel en un chiringuito. Si te queda energía, puedes intentar aprender a navegar a vela.
La iglesia de Sant Francesc construida en el siglo XVIII es, además, un centro de interpretación del ecosistema de Las Salinas, ubicado al lado de los estanques. A través de contenidos audiovisuales conocerás las herramientas que utilizaban los salineros y descubrirás la fauna y flora que habita en el parque.
Pide unos prismáticos en el centro para que cuando salgas, puedas divisar a los flamencos, y pregunta por las zonas de avistamiento. Justo antes de llegar al puerto de Sa Canal hay una nave donde se guardaba parte de la sal antes de sacarla de la isla; hoy es un centro de exposiciones y eventos llamado Fundación Nave Salinas.
Por último, acércate a la Torre de Ses Portes (siglo XVI), construida para defender la costa de piratas. Las vistas son impresionantes en este punto, ¡y podrás avistar Formentera!