¡Aviso a los navegantes! Si estás pensando en pasar unos días en la mayor de las Pitiusas, te proponemos un recorrido por sus faros más emblemáticos.
En sus tiempos, los faros fueron puntos de apoyo cruciales para la navegación, ya que siempre actuaron como punto de referencia y seguridad para los tripulantes. En la actualidad, además de ubicar los puntos costeros con sus intervalos luminosos y colores únicos, también se han convertido en un gran atractivo turístico, tanto por las peculiaridades de los edificios como las vistas únicas de su entorno.
Con 31 metros de altura sobre el mar, el Faro de Botafoc es una de las principales tarjetas de visita de la isla. Ubicado al final del paseo marítimo, esta torre cilíndrica edificada sobre una pintoresca casita blanca cuenta con unas vistas inigualables al puerto y a Dalt Vila. Además de admirar su construcción, una visita al Faro de Botafoc te permite disfrutar de las vistas del puerto de Ibiza y la ciudad amurallada de Dalt Vila.
Debido al accidentado terreno de su ubicación, en uno de los islotes más famosos de la isla: Es Vedrà, este pequeño faro funciona por telecontrol. Por su aspecto sobrio y poco imponente, puede que no sea el más bonito de los faros de la isla, pero su espectacular ubicación lo convierte en un punto de visita obligatorio,
Actualmente convertido en un centro cultural -el Museo Marítimo de Sant Antonio- y sala de exposiciones, el Faro de Ses Coves Blanques indicaba la entrada al puerto de San Antoni. Además de su fácil acceso, con zonas de aparcamiento cercanas, este faro también atrae los visitantes por sus famosos bares desde donde contemplar las puestas de sol.
Ubicado al norte de Ibiza, el Faro de Sa Punta des Moscater es conocido por su belleza y sus monumentales dimensiones. Sus 52 metros, combinados con los 41 metros de altura del acantilado, lo convierte el en faro más alto de todas las Islas Baleares, con 93 metros de altura en total. Es una de las bellezas imprescindibles en un recorrido por el norte de Ibiza.
Actualmente en desuso y abandonado, el Farto de Punta Grossa se sitúa a 55 metros sobre el nivel del mar, en el cabo de Punta Grossa (Cap des Llamp). Después de su construcción, se verificó que el faro no cumplía eficientemente con su función, por lo que se siguió la edificación del Farto de Tagomago. Pese al ‘error urbanístico’, la construcción del faro descubrió un camino precioso del que se puede disfrutar en la actualidad.
Como ya hemos dicho (escrito ;)) en diferentes ocasiones, mucho más que vacaciones de sol, playa, fiesta, Ibiza también es cultura… y sus emblemáticos faros es una prueba de ello. Así que no pierdas la oportunidad de visitarlos por ejemplo alquilando un barco en Ibiza sin patrón 😉