Can embarcadero es uno de esas calas y playas secretas de Ibiza que dan su fama merecida a la isla de poseer algunas de las mejores playas de España; muchas de estas playas están sin embargo llenas de turistas en verano, pero aún existen pequeñas calas y lugares “secretos” donde uno puede disfrutar tranquilamente de las aguas color turquesa del Mediterráneo.
En realidad, Can embarcadero no es exactamente una playa, sino -como su nombre indica- un antiguo embarcadero de carga llamado entonces Ses Xorollanes; sin embargo su proximidad a Platges de Comte (Cala Conta), que suele estar abarrotada de bañistas, lo convierte en un lugar ideal para disfrutar del sol y bañarse sin tantos agobios.
Este lugar ha estado rodeado en los últimos años de cierta polémica debido a que el empresario ruso propietario de la lujosa y enorme mansión situada sobre Can embarcadero construyó varios elementos (unas escaleras de acceso, una explanada para solarium, un muelle…) invadiendo una zona de dominio público marítimo-terrestre y pretendiendo darle un uso privado, queriendo apropiarse de esta cala como si fuera parte de su propiedad.
Tras varias protestas ciudadanas -a las que incluso hizo frente la seguridad privada de la mansión- además de una denuncia ante Fiscalía del Consell d’Eivissa, la Dirección General de Costas advirtió al dueño de la mansión que debía garantizar el libre acceso a la cala, que es de dominio público. Aun así en 2017 Costas tuvo que intervenir de nuevo después de que el propietario colocase una cadena para impedir el paso libre al litoral.
Como ya dijimos, no estamos hablando de una cala o una playa propiamente dicha, sino de un lugar escondido perfecto para bañarse sin agobios y de fácil acceso, gracias a las escaleras construidas por la mansión a cuyos pies se encuentra; también dispone de una explanada e incluso de un muelle, que nos recuerda vagamente el pasado de este lugar como un embarcadero para transportar madera por mar.
Aquí podemos tumbarnos a tomar el sol en una toalla sobre la esplanada construida por el propietario de la mansión, zambullirnos al agua desde el muelle, o sumergirnos lentamente con ayuda de las escaleras, que cuentan con un práctico pasamanos y que se adentran en el mar. Además de ser un lugar perfecto para descansar junto al mar sin grandes aglomeraciones, cuenta con fondos rocosos ideales para los amantes del buceo con snorkel.
La enorme mansión construida justo encima es una pequeña gran “aberración” que mancha el paisaje de esta parte de Ibiza; pero como nota curiosa, quizás nos guste saber que es famosa entre la prensa del corazón porque en ella se han alojado personas muy famosas. De hecho, muchos se refieren a esta mansión como la “casa de Elle McPherson en Ibiza” o la “residencia de Naomi Campbell en Ibiza”.
Aunque ya lo mencionamos al principio, conviene dejar claro que nadie, absolutamente nadie nos puede impedir legalmente entrar en Can embarcadero. Toda la costa española es de dominio público y acceso libre y gratuito, sin excepciones, por más que la seguridad privada de la mansión utilice argumentos como que “tienen autorización”, o que las instalaciones son privadas: están construidas sobre suelo público, y por tanto son de uso público. Y lo saben.
Si alguien te “invita” a abandonar el lugar, no tienes más que llamar a la policía… y deja que sean ellos quienes se lo expliquen claramente.
Como ya hemos dicho, encontrar esta cala no es difícil ya que se encuentra situada en las proximidades de Cala Conta, una de las playas más conocidas de Ibiza con arena blanca, aguas transparentes, un paisaje increíble y puestas de sol de ensueño. Can embarcadero se encuentra a unos pocos cientos de metros al sur siguiendo la línea de costa.
La zona es fácil de identificar porque se encuentra salpicada de lujosas mansiones construidas junto al mar. Es precisamente a los pies de la mansión más grande, característica por sus muros blancos y sus palmeras, donde encontramos el pequeño rincón “secreto” para bañarse que es Can embarcadero.
Llegar hasta este lugar es muy sencillo. Sólo hay que dirigirse hacia la bien conocida Platges de Comte (Cala Conta); tras aparcar el coche en el parking, desde allí podemos caminar hacia el sur a lo largo de la costa unos 5 ó 10 minutos, hasta que transcurridos unos 600 metros veremos la mansión con las palmeras y el camino de acceso hasta Can embarcadero. ¡Que lo disfrutes!